17/06/2019

Puede que ya me de igual,
noto la indiferencia,
la desgana.
No hay más para donde tirar.
Entonces quizá si dejo que me lleve la corriente,
aparezca en algún puerto que me acoja.
Ahora mismo ni si quiera me importa.
Estoy drogada de mi misma.
Que más da.
Si lo que tenga que pasar, pasará.
Y si no está para mí, ¿para que aferrarse?
Puede que la absurda costumbre de tirar,
nos arrastre aun más a lo que escapamos.
Ahora mismo estoy sola,
y no me importa,
no siento a nada casa,
y lejos de asustarme; me tranquiliza.
Aquí estoy,
soy yo acogiéndome a mi misma,
Tranquila,
puede que no estés a salvo,
pero yo siempre estaré contigo.
Tengo sueño,
y ni si quiera quiero pensar,
es absurdo darle vueltas a lo que ya está escrito.

17/06/2019

Noto la ausencia,
que relleno con ego.
Importo menos que nada,
cuando para mí lo son todo.
Y me frustro.
En este mundo insípido
que nunca supo hacerme feliz.
Desde este diminuto ser
que solo quiere un poco de afecto.
Joder,
ya está bien de pedir,
¿O es que acaso cuesta dinero?
No estaría mal fingir que me apreciais.
Tampoco digo querer.
Y entro en el odio que me absorve.
Y no encuentro la salida.
Quizá por estar encerrada
y carecer de eso que llaman vida.

28/03/2019

Cuando la calma se asienta en mi vida,
agita el terremoto para devolverme al desorden,
y me planteo cada parte del puzzle,
porque ya no se si todas las piezas encajan.
Amargo sabor a dolor,
a sentirse defraudada ,
y aún peor;
estúpida.
Quizá la única que sentía la calma era yo,
mientras los demás
ya planeaban como resguardarse del sismo.
Y aún después de derrumbarme
esperan que crea que caí yo sola.
Estúpida una vez más
por confiar y creerme segura,
cuando ya se que cada vuelta que da la vida
me agita hasta marearme.
AYUDA, NECESITO CONFIAR
.

07/02/2019

Que nadie se enamore de tí,

que nadie lo haga,

porque entonces se volverá completamente loco.

El tiempo corre en sentido contrario 

cuando tú estás cerca.

Alicia;

que castigo más duro, 

enamorarse de tí 

y ver que estás sufriendo,

con esa cortina traslúcida que hace que intuyas;

pero no deja ver,

porque te miro; 

y no veo,

Intuyo,

Que aun siendo tuyo;

tú nunca serás del todo mía,

Que por mucho que crea conocerte 

cada día me llevarás a una nueva locura,

Porque a loco no me gana nadie

y por eso fabrico sombreros,

Porque quizá si oculto mis ideas

los demás me crean más cuerdo. 

15/01/2019

Otro día más,
que más da si al final la tristeza la vivo yo.
Nadie entiende,
porque no son yo,
porque no están mal.
A veces siento que los triunfos no son para mí,
que cualquier tipo de felicidad que asome en mi vida
se esfumará sin que pueda hacer nada,
simplemente porque no me la merezco,
¿Es verdad que soy tan mala?
¿Lo soy y ni si quiera lo sabía?
Creía que había maldad en mí,
y de pronto un día me di cuenta de que no,
aunque quizá me haya equivocado,
a lo mejor solo soy capaz de causar daño
a todo el que se me acerca,
inconscientemente,
como algo innato,
La niña rara que soñaba con encajar,
resulta que nunca dejaría de ser esa niña;
Rara y sola.

01/03/2018

Sed.
Y mi cuerpo es el manantial de dónde brota el agua.
Hambre infernal.
Y mis labios son como miel para tu lengua.
Entonces te acercas.
E intentas saciar tus necesidades.
Pero justo cuando estás cerca del festín.
Te das cuenta de que no puedes respirar.
Y que yo tengo el oxígeno que necesitas.
Alargas tu brazo.
Intentas alcanzarme con tu mano.
Caes al suelo.
A tan sólo un paso de mí.
Entonces me miras.
Y yo estoy quieta sonriendo.
Estás congelado.
Y sientes el fuego que me rodea.
De pronto dejas de ver.
Comienzas a desangrarte por dentro y por fuera.
Y tu cuerpo no es capaz de asimilar todo de golpe.
Justo entonces te desvaneces como el viento.
Y con ese último latido.
En ese último instante de lucidez.
Te das cuenta de que llegó tu hora.

02/10,2017

Me da vértigo,
Mirarte,
y que tú también lo estés haciendo,
Creerte cerca,
y que te desvanezcas como el viento.
Siento rabia,
Y me consumo,
Me muerdo la lengua,
y sangro por dentro,
No puedo,

No quiero,
O no tengo ganas,
De seguir con mis tontos juegos de palabras,
Con mis meteduras de pata y mis lágrimas derramadas,
Me aterra pensar en mí,
Y en lo lejos que estoy en estos momentos de encontrarme,
Estoy harta de las salidas de emergencia y de las tiritas para heridas profundas.
No quiero medicinas para el dolor de cabeza,
Ni besos para el dolor de alma,
Quiero abrazos sinceros y palabras con verdad,
Quiero ojos buenos que no miren con maldad.

25/04/2017

Nos pasamos la vida quejándonos,

Cuantas veces he detestado mi físico y contado los kilos que me sobran,

Menos de aquí, más de allá...

Miraba a mi alrededor y veía a todo el mundo perfecto,

Odiaba ser tan grande

Llegando casi a verme como un chico más.

¿Qué tengo de femenino?, ¿mis tetas?, ¿mi culo?

Eso es lo que debemos soportar,

Críticas de chicos, de chicas, de los demás...

Pero las peores son las nuestras,

He pasado horas mirándome al espejo y apartando la mirada

por asco,

Casi llorando,

Recordando todas esas chicas perfectas que se anuncian por todas partes,

Aunque no siempre me siento así.

A veces me tumbo en cama encogida; casi en postura fetal,

Y me siento tan pequeña, minúscula y frágil como si mi cuerpo fuera muy pesado y una pluma a la vez.

A veces me miro y me veo bien, bailo, canto, río...

Me pinto los labios de rojo y me pongo algo que no suelo ponerme,

Porque quiero, porque puedo y porque hago lo que quiero,

Nunca nadie debe juzgarme sin saber.

07/02/2017

Lloraba,
y a cada lágrima que derramaba 
se iba desnudando su alma.
Tenía tanto que mostrar,
tanto que ofrecer,
y tan pocos que lo escuchasen.
Lo que para los demás no era nada,
para él lo era todo.
Cuestionaba cada idea que le rondara la cabeza,
era de pruebas,
de teorías con fundamento,
no soportaba vivir en una sociedad 
que había perdido el interés,
viajaba entre marionetas 
con la mochila a cuestas,
para guardar en ella todos los recuerdos acumulados.
Sin saberlo, 
había conseguido cambiar un poco el mundo,
sus pisadas, firmes y hacia delante,
habían dejado huella.

29/11/2016

Se oye un piano y tú estás tan cerca...
cada tecla es tocada en el momento exacto. 
Y ahí estás tú; 
con las manos en los bolsillos, 
observando tal vez lo bien que suena. 
Con el alma desnuda, 
con la mente abierta. 
Y yo; 
que no sé tocar, 
me imagino bailando contigo. 
Con mi mano en tu hombro 
y la tuya en mi cintura, 
fluyendo como uno solo 
pero firmes; 
respetándonos, 
como en esas películas de enamorados 
donde acaban besándose bajo la luz de las estrellas. 
Pero lo nuestro en vez de acabar con un beso 
acabaría con una sonrisa. 
Yo; 
con mi vestido de fiesta, 
por un lado 
y tu; 
con ese ridículo smoking, 
por el otro.