Tú tan lady Madrid y yo tan perezoso,
siempre recorriendo las calles que parecen prohibidas,
solo tú me invitas a ver la vida de otra manera,
a vivirla.
Atándo mi mano a la tuya
para no dejar que me sueltes,
para poder seguir descubriendo el mundo y sus fantasías,
tu pelo flotando entre el viento y mis ojos mirando en movimiento,
corre,
que yo te alcanzo,
déjame disfrutar de tu risa aunque solo sea por un momento.
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