He odiado cada parte de
tí,
llorado por tu comportamiento
indiferente
hacia todo lo que me
incluye.
Pero ahora lo pienso
y me entran dudas,
no de tí,
de tu apariencia,
de tu forma de tratarme.
Me pregunto
si realmente eres como
dices,
no lo creo.
En el fondo
tienes que estar jodido por
dentro
al no poder estar
juntos.
a que dedicas parte del día
pensándome.
Probablemente odies mi forma
de sonreír
tanto como yo odio
cada vez que me miras
fijamente.
Seguro que no soportas estar
lejos
pero no puedes estar
cerca
y que te duele tanto como a
mí
cuando me haces sentir
mal.
Me niego a pensar
que disfrutas haciéndome
daño,
prefiero creer que es un
mecanismo de defensa
para no resultar herido.
Pero lo único que
consigues
es hacérnoslo a los dos.
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