"La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo o, más exactamente, a pesar de ti mismo." Víctor Hugo
miércoles, 20 de enero de 2016
12/01/2016
Ahí estaba el pobre hombre, consumiéndose tanto en cuerpo como en mente,
sin poder decir palabra. Apenas abría la boca y comenzaba a tartamudear
intentando buscar la combinación correcta para las sílabas que bailaban
en su cabeza. No quedaba nada de ese tipo que había sido anteriormente.
Era más hueso que carne, más llanto que risa. No tenía fuerzas ni para
sostener un simple cigarro. En cada calada se notaba su consumo y
deterioro. Qué depresión más enfermiza, una tristeza general gobernaba
su 'cuerpo'. Endeudado hasta la médula, no tenía dinero ni para existir,
debía su vida al mundo y su alma pertenecía al diablo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario