Se oye un piano y tú estás tan cerca...
cada tecla es tocada en el momento exacto.
Y ahí estás tú;
con las manos en los bolsillos,
observando tal vez lo bien que suena.
Con el alma desnuda,
con la mente abierta.
Y yo;
que no sé tocar,
me imagino bailando contigo.
Con mi mano en tu hombro
y la tuya en mi cintura,
fluyendo como uno solo
pero firmes;
respetándonos,
como en esas películas de enamorados
donde acaban besándose bajo la luz de las estrellas.
Pero lo nuestro en vez de acabar con un beso
acabaría con una sonrisa.
Yo;
con mi vestido de fiesta,
por un lado
y tu;
con ese ridículo smoking,
por el otro.
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